Cuando se trata de hacer inversiones saber determinar cuál es el nivel de riesgo que se quiere asumir es muy importante para establecer en qué se quiere invertir. Una forma bastante predecible de obtener rentabilidad de las inversiones es la renta fija, de la cual estaremos explicándote más a detalle en este artículo, buscando que tengas más conocimientos para conseguir resultados efectivos en tus inversiones.
En general, los fondos indexados renta fija significan estabilidad, porque en ellos se invierte en instrumentos que otorgan un rendimiento fijo, disminuyendo la posibilidad de obtener malos resultados con la inversión.
Esto es lo que debes saber de la renta fija
Conocer a la perfección el concepto que define el término es fundamental para tomar buenas decisiones, y la renta fija no es más que un instrumento de inversión que se encarga de hacer inversiones que den un rendimiento fijo. Un ejemplo de ellos pueden ser los bonos gubernamentales, depósitos a plazo fijo, o bonos corporativos.
Lo que puede decirse en relación a la diferencia que hay entre esta clase de inversiones y otras de su mismo estilo, es que el retorno que da, es mucho más predecible que el de las inversiones en acciones, o cualquier otra donde no se tiene tantas certezas acerca de si tendrá un buen rendimiento o no.
¿Por qué es una buena idea tener inversiones de este tipo?
La renta fija ofrece una especie de estabilidad que otra clase de inversiones no pueden garantizar. Además, es ideal para tener una amplia cartera con muchas de estas inversiones repartidas entre sí. Gracias a esto se minimizan los riesgos, y la probabilidad de perder dinero se reduce mucho, así que es perfecta para aquellas personas que quieren más seguridad para su capital y no arriesgarlo tanto.
Comparación con inversiones de renta variable y sus ventajas y desventajas
Las inversiones de renta variable son aquellas que no tienen un rendimiento claro, por lo que es mucho más incierto si se podrá conseguir ganancia de las inversiones que se hagan. Es decir, es lo contrario a la renta fija, y si bien es cierto que el primero, aunque sea impredecible seguramente tenga un mejor rendimiento en caso de ser exitosa la inversión, es mucho más seguro invertir en algo que otorgue menos, pero que sea fijo.
El ejemplo más claro que se puede dar de las inversiones de renta variable, es la compra y venta de acciones. Tal y como hemos mencionado, en caso de que la inversión termine saliendo bien, seguramente generará más ganancia en comparación con su contraparte, pero depende casi exclusivamente de lo que suceda con la empresa y su contexto. Todo esto no ocurre con las inversiones de renta fija.
Certezas al momento de invertir
Si bien las inversiones históricamente se han visto como algo totalmente incierto, y que en cierta medida lo es, esta clase de instrumentos demuestran todo lo contrario. Cuando se hace una inversión de este estilo, incluso se tiene conocimiento de cuánto se percibirá en un determinado periodo de tiempo, y precisamente este es el pilar de esta forma, porque a pesar de que el rendimiento sea bajo, es algo que es seguro en su totalidad.
No importa lo que suceda con los bonos adquiridos, que es el ejemplo más claro que podemos dar, en todo caso el monto que se percibirá será el mismo. Los ejemplos más evidentes que podemos dar son los bonos, bien sean gubernamentales o empresariales, y en cualquier caso, al transcurrir un determinado periodo de tiempo, sin importar lo que ocurra, el dinero que está establecido que se perciba, se hará sin importar nada más.