
Las mosquiteras correderas se han convertido en un elemento esencial en los hogares, especialmente en aquellos ubicados en zonas donde los insectos pueden ser una molestia durante ciertas épocas del año. Su principal función es la de permitir la circulación de aire fresco mientras se mantiene a raya a mosquitos, moscas y otros insectos, proporcionando así un ambiente interior más cómodo y saludable.
Sin embargo, para que una mosquitera corredera cumpla adecuadamente con su función, es crucial que esté compuesta de materiales de alta calidad, que ofrezcan durabilidad y resistencia a las condiciones climáticas. Por esta razón, conocer los elementos clave de estas estructuras, desde las mallas hasta los pomos, resulta fundamental para hacer una elección informada al adquirir o instalar una mosquitera corredera. A continuación, exploraremos en detalle cada uno de estos componentes esenciales.
Malla
Es la barrera que impide el paso de los insectos. Uno de sus tipos es la malla de fibra de vidrio, la cual es popular por su resistencia al sol y durabilidad, ya que esto evita que se degrade rápidamente. Por otro lado, la malla de poliéster es conocida por su flexibilidad, su capacidad para soportar tensiones sin romperse y su bajo costo.
Otro tipo de malla, menos común, es la malla antipolen. Esta variante está diseñada para bloquear, además de insectos, el polen y otras partículas finas, lo que es particularmente beneficioso para personas alérgicas. La elección entre estos tipos de mallas dependerá de las necesidades específicas del hogar y de las condiciones ambientales de la zona.
Ruedas y guías
Determinan la suavidad y eficacia con la que una mosquitera corredera se desliza a lo largo del marco de la ventana o puerta. Las ruedas, generalmente fabricadas de materiales como el nylon o el metal, deben ser resistentes al desgaste para garantizar un movimiento fluido durante un largo período de tiempo. Es importante que estas ruedas estén bien alineadas y ajustadas en las guías correspondientes, ya que un desajuste podría causar fricciones innecesarias y dificultar el desplazamiento de la mosquitera.
Las guías, por su parte, suelen ser de aluminio o PVC, materiales que ofrecen la combinación perfecta de ligereza y resistencia. Deben estar instaladas de manera precisa para que la mosquitera se mantenga estable y segura durante su uso.
Burletes o cepillos
Permiten asegurar un sellado eficiente entre la mosquitera y el marco de la ventana o puerta. Estos elementos, generalmente fabricados con cerdas de nylon, evitan que los insectos más pequeños, como las hormigas, se filtren por los pequeños espacios que podrían quedar entre la malla y el marco. Además, ayudan a bloquear el polvo, el polen y otras partículas pequeñas.
Su uso también contribuye a mejorar la eficiencia energética del hogar, ya que actúan como una barrera adicional contra las corrientes de aire, reduciendo así la pérdida de calor en invierno y manteniendo el hogar más fresco en verano.
Pomos y tiradores
Son los elementos de contacto directo con el usuario y juegan un papel importante en la ergonomía y la facilidad de uso. Un pomo bien diseñado debe ser fácil de agarrar y maniobrar, permitiendo que la mosquitera se deslice con un mínimo esfuerzo. Los tiradores, que a menudo son parte integral del marco de la mosquitera, deben estar situados a una altura y en una posición que sea cómoda para todos los miembros del hogar.
El material del que están hechos los pomos y tiradores es importante. Aunque el plástico es un material común debido a su bajo costo y ligereza, los tiradores de metal, como el aluminio, ofrecen mayor durabilidad y una estética más moderna.







