
El uso de lentes de contacto ha facilitado la vida de millones de personas en todo el mundo porque son cómodos y proveen una visión clara sin necesidad de gafas. Sin embargo, una higiene deficiente o malos hábitos pueden provocar infecciones oculares graves que afectan la salud visual. Factores como el almacenamiento inadecuado, el contacto con el agua o el uso prolongado incrementan el riesgo de complicaciones. Dicho esto, acompáñanos a descubrir las recomendaciones y cuidados precisos para mantener tus ojos sanos y sin molestias.
Lavado de manos antes de manipular los lentes
La higiene comienza con las manos, ya que cualquier suciedad o bacteria puede transferirse fácilmente a los lentes de contacto. Lavarlas con jabón neutro y agua tibia antes de tocar las lentes es una acción imprescindible. Luego de enjuagarlas bien, hay que secarlas con una toalla limpia y libre de pelusas para evitar residuos en la superficie de los lentes. Incluso los jabones con fragancias o aceites pueden dejar restos que irriten los ojos, por lo que es mejor optar por productos suaves y sin aditivos.
Uso de soluciones adecuadas para la limpieza
Las lentes de contacto requieren una limpieza diaria con soluciones especializadas. Nunca hay que enjuagarlas con agua corriente, saliva o suero fisiológico, ya que estos elementos no eliminan bacterias y pueden introducir microorganismos peligrosos. Las soluciones multifuncionales eliminan residuos y desinfectan eficazmente. Siguiendo las instrucciones del fabricante, se recomienda frotar las lentes suavemente con los dedos y enjuagarlas antes de guardarlas en el estuche con líquido nuevo.
Cambio frecuente del estuche porta lentes
El estuche donde se almacenan las lentes puede acumular bacterias si no se limpia adecuadamente. Por ello, debes vaciar la solución desinfectante después de cada uso, enjuagar el estuche con la misma solución y dejarlo secar al aire boca abajo sobre un paño limpio. Además, cambiarlo cada tres meses disminuye el riesgo de contaminación y mantiene las lentes en condiciones seguras.
Evitar el contacto con el agua
El agua del grifo, piscinas o jacuzzis contiene microorganismos que pueden adherirse a las lentes y provocar infecciones graves como la queratitis por Acanthamoeba. Es fundamental retirar las lentes antes de nadar o ducharse. Para quienes necesitan corrección visual durante actividades acuáticas, existen alternativas como las gafas de natación graduadas o el uso de lentes diarias desechables que se eliminan después de la actividad.
Tiempo de uso recomendado
Usar los lentes más tiempo del indicado puede generar sequedad ocular e irritación. Cada tipo de lente tiene un tiempo máximo de uso diario, y prolongarlo incrementa el riesgo de infecciones. Respetar los plazos establecidos por los fabricantes y el profesional de la salud visual es la mejor manera de evitar problemas. Si deseas una alternativa cómoda y segura, es posible comprar lentes de contacto en una tienda online especializada que ofrezca productos certificados.
No dormir con las lentes de contacto
Dormir con las lentes puestas reduce la oxigenación de la córnea y facilita la acumulación de bacterias. Aunque existen lentes de uso prolongado, es preferible retirarlas antes de dormir para prevenir complicaciones. Si por descuido alguien duerme con ellas, lo recomendable es aplicar gotas humectantes al despertar, esperar unos minutos antes de retirarlas y consultar a un especialista en caso de molestias persistentes.
Elegir lentes de calidad y de fuentes confiables
La calidad de los lentes influye directamente en la salud ocular. Es esencial adquirir productos certificados y evitar opciones de procedencia dudosa. Para quienes buscan una opción segura y asequible, es posible encontrar lentes de contacto baratas en tiendas especializadas que garantizan autenticidad y seguridad en sus productos.
Uso de lentillas de color con precaución
Las lentillas de color son una alternativa estética muy popular, pero requieren los mismos cuidados que las lentes convencionales. Su uso sin supervisión puede aumentar el riesgo de infecciones si no se eligen productos certificados. Siempre es mejor adquirirlas en establecimientos confiables y seguir estrictamente las instrucciones de higiene y mantenimiento.