Un reciente estudio realizado por VivelaVita, la mayor tienda para parejas de España, ha arrojado luz sobre una práctica que, aunque puede resultar controvertida para algunos, es ampliamente aceptada y disfrutada por la mayoría de las personas: hablar sucio durante el sexo en pareja. Con una participación de 539 personas, la encuesta reveló que un 73,5% de los encuestados afirma disfrutar de esta práctica, lo que pone de manifiesto su relevancia en las dinámicas sexuales actuales.
Resultados generales y desglose por género
El análisis de los datos muestra que el 73% de los participantes (391 personas) declararon que les encanta hablar sucio durante el sexo, mientras que un 17% (91 personas) indicó que esto depende del momento. Solo un 9% (49 personas) señaló que no mucho les gusta esta práctica, y un escaso 1% (3 personas) admitió que a ellos sí les gusta, pero a su pareja no.
El estudio también revela diferencias interesantes al desglosar los resultados por género. Del total de personas a las que les encanta hablar sucio, un 55% son hombres, mientras que el 45% son mujeres. En cuanto a aquellos que indicaron que depende del momento, un 58% son hombres y un 42% son mujeres.
Perspectiva psicológica: ¿Por qué es tan Popular?
Desde una perspectiva psicológica, el hablar sucio durante el sexo puede ser visto como una forma de aumentar la excitación, fortalecer la conexión emocional, y explorar fantasías en un entorno seguro y consensuado.
Según Rocío Moñino, sexóloga experta de VivelaVita, «Hablar sucio puede servir como una poderosa herramienta de comunicación erótica. No solo facilita una mayor apertura entre las parejas, sino que también permite a los individuos expresar deseos y fantasías que podrían ser difíciles de verbalizar de otra manera».
La popularidad de esta práctica, especialmente entre los hombres, podría estar relacionada con la cultura que tiende a asociar la virilidad y la confianza con la expresión abierta de deseos sexuales. Para las mujeres, aunque el porcentaje es menor, también refleja un creciente empoderamiento y confort con su sexualidad.
Implicaciones en la relación de pareja
El hecho de que un 73,5% de los participantes disfruten de esta práctica sugiere que el hablar sucio podría ser una estrategia efectiva para mantener la chispa en la relación y explorar nuevas dimensiones de la intimidad. No obstante, es crucial que esta práctica se base en el consenso y la comodidad mutua.
La diferencia en los porcentajes entre hombres y mujeres, así como el pequeño porcentaje de personas cuya pareja no comparte este gusto, destaca la importancia de una comunicación clara y abierta sobre las preferencias sexuales.
Para las parejas en las que uno de los miembros no disfruta de hablar sucio, como el 1% de los encuestados, es esencial abordar estas diferencias de manera sensible para evitar que se conviertan en un foco de conflicto o insatisfacción.
Este estudio de VivelaVita demuestra que hablar sucio durante el sexo es una práctica ampliamente aceptada y que puede tener beneficios psicológicos significativos para la intimidad de la pareja. Sin embargo, como con cualquier aspecto de la sexualidad, es fundamental que las parejas discutan sus límites y preferencias para asegurarse de que ambos disfruten plenamente de su vida sexual. Al final del día, la clave para una relación satisfactoria radica en la comunicación, la confianza y el respeto mutuo.
El estudio comprende hasta 20 encuestas interesantes, dónde han participado más de 10.000 personas, si quieres ver el resto de resultados, puedes encontrarlo en este enlace.
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